“Las acciones que mi compañera ejerce sobre mí son verbales... Sobre mi peso, dice que soy una vaca, que soy un puerco, un cerdo, cuando paso junto a ella dice que apesta a sebo, incluso ha llegado a sacar el aerosol y empieza a rociar cuando yo paso”.
Esa es la situación diaria a la que se enfrenta Alexa en su trabajo, con todo que no se ha quedado callada. Como la minoría de las víctimas de mobbing, ella ha escalado los más altos niveles sin obtener apoyo.
El mobbing es el acoso sicológico laboral que una o un grupo de personas ejercen sobre una persona con el fin de eliminarlo, orillarlo a renunciar. Es un problema que puede generar daños irreversibles a la salud física y moral de las víctimas e, incluso, la muerte. Sin embargo, pese a la gravedad del problema, no hay en México regulación jurídica al respecto.
Alexa dice que ya no es sólo una la persona que la molesta, sino tres. “Dices ‘dónde me quedo, dónde me hago’, ¡que alguien me escuche, por favor!”. Recurrió con la jefa de la acosadora, pero le dijo que era el karma. Luego fue a Recursos Humanos. “La licenciada sí me está apoyando, presionando con el secretario particular, pero él dice que es cuestión de viejas de vecindad. He recurrido a lo que es la ley, con un abogado, pero en la ley no hay nada”.
Y efectivamente no hay nada. Mientras en Suecia, Noruega, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Australia, EU, y en Latinoamérica, Brasil y Colombia, el mobbing ya es considerado un delito y es castigado, hasta hace apenas unas semanas se lanzó en la Cámara de Diputados una iniciativa, pero su futuro es imprevisible.
La diputada Caritina Sáenz, del Partido Verde Ecologista de México, presentó el 25 de febrero pasado una iniciativa para que el mobbing sea tipificado en la Ley Federal del Trabajo.
“La idea es que se pueda prevenir y sancionar todo lo que se refiere a la violencia laboral. Tenemos mucho interés en que forme parte de todas las iniciativas que se están revisando en este momento para la reforma laboral”, señaló. Sin embargo, falta que la propuesta falta sea aprobada en comisiones y no considera sanciones.
Mientras tanto, hace tres años se fundó la Asociación Mexicana contra el Mobbing, que brinda asesoría a víctimas y a empresas. Carlos Rodríguez, presidente y fundador de dicha organización, dice que “lo primero que hacemos es que la gente conozca qué es el mobbing, porque el más grave problema en México es el desconocimiento de esta enfermedad social, entonces primero la gente no lo detecta, consideramos que es un problema normal”.
Carlos Rodríguez comenta que el acosado es normalmente una persona talentosa, a la que la gente le envidia algo, pero también es una persona que por alguna razón suele ser más susceptible que otras.
“Yo cuento una fábula que tiene que ver con una ranita que se posa sobre una luciérnaga y la luciérnaga le dice ‘¿por qué te posas sobre mí?’, y la ranita le dice ‘porque me lastima tu luz’. Y esto pasa en todas las empresas, todos los días”, comenta.
Agrega que aunque es una enfermedad social imposible de erradicar, porque sus bases están en la naturaleza humana “desde que tenemos envidia, egoísmo, miedo, resentimiento, falta de respeto a la diversidad, temor al talento del otro”, sí se puede prevenir al ser conscientes del problema y promover en empresas un ambiente basado en los valores y la dignidad.
Carlos Rodríguez recomienda a las víctimas que primero acudan con su superior, “comentarle que está teniendo un problema directamente, porque el problema principal del mobbing es que la persona no habla y a lo que más le teme el acosador es a ser descubierto”.
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