Alejandro Guerrero Monroy* | El UniversalTwitter: @AGuerreroMonroy
En los últimos años, las políticas macroeconómicas en América Latina han sido solidas y coherentes, lo que coadyuvó a que la región tuviera una notable resistencia a la crisis de 2010. El crecimiento ha ido a la par de políticas sociales innovadoras que han permitido reducir la desigualdad y la pobreza en la mayoría de los países de la región.
Este éxito de reducir la pobreza ha dado como resultado el surgimiento de una nueva clase media, clave para una nueva fase de desarrollo en la región. En fechas recientes, los crecientes ingresos de estratos medios de economías en desarrollo han dado un entusiasmo de que esta clase pueda actuar como motor del consumo y la demanda nacional.
Ante esta perspectiva, surge la pregunta: ¿cuáles son los estratos medios y quiénes los conforman? De acuerdo al informe “Perspectivas Económicas de América Latina 2011” de OCDE, los estratos medios se definen como el grupo compuesto por los hogares con ingresos entre 50% y 150% de la mediana de los ingresos de los hogares.
Los hogares que tienen ingresos inferiores al umbral de 50% se identifican como “desfavorecidos”, y los hogares con ingresos superiores al techo de 150% se consideran “acomodados”. En el informe, se dice que esta definición permite comparar los estratos medios no sólo entre países, sino también con los grupos relativamente más desfavorecidos o acomodados de una sociedad.
En Uruguay se estima que cerca del 56% de la población está constituida por estratos medios, y en Bolivia y Colombia se estima que los estratos medios representan un tercio de la población. En México y Chile, este grupo representa más o menos el 50% de la población de acuerdo a la anterior definición.
Oportunidades y riesgos
Este surgimiento y consolidación de los estratos medios es una oportunidad pero también implica enfrentarse a nuevos riesgos, tales como satisfacer necesidades emergentes a través de políticas públicas. Es imprescindible generar instrumentos de protección social que eviten la movilidad social descendente así como impulsar políticas en materia educativa que permitan una movilidad social ascendente.
También resulta indispensable formular nuevas políticas fiscales ya que este grupo social recibe servicios en especie, tales como educación y servicios de salud, pero si estos servicios carecen de calidad, los estratos medios serán más propensos a considerarse perdedores en materia fiscal.
Educación y movilidad social
La movilidad social debería constituir un objetivo de las políticas públicas en América Latina. Resulta tan importante promover la movilidad social ascendente como evitar que los estratos medios caigan al sector de los menos favorecidos. Lo anterior se logra a través de la educación.
Según la OCDE, la persistencia del nivel educativo de una generación a otra, es decir, una similitud de niveles de escolaridad entre padres e hijos, es decisivo para explicar la perdurabilidad de los diferenciales de ingresos entre los grupos de la sociedad.
Señala que la educación entendida como capital humano, supone un motor del crecimiento, por los efectos positivos en la productividad laboral y la innovación que se deriva de contar con conocimientos más avanzados.
¿Protección social?
En América Latina hay una estructura dual de los mercados laborales; es decir, trabajadores formales e informales. El sector informal no está compuesto solo por trabajadores de sectores desfavorecidos, sino que está conformado por la clase media.
La OCDE indica que de los 72 millones de trabajadores de los estratos medios de en Bolivia, Brasil, Chile y México, 44 son informales. En todos los países de AL, excepto en Chile, hay más trabajadores informales que formales en los estratos medios.
El reto es hacer llegar la protección social a ciudadanos de estos grupos por otros cauces que los del empleo formal. La OCDE propone políticas que alienten la participación en los sistemas contributivos de los integrantes “informales” de los estratos medios, ya que éstos tienen capacidad de ahorro y desean estar cubiertos por la protección social.
Servicios públicos
Los estratos medios apoyan la democracia, pero son críticos de su funcionamiento en gran medida por la mala calidad de los servicios públicos que reciben del Estado. La OCDE señala que los estratos medios son “clientes insatisfechos” del Estado; es decir, respaldan la tributación, pero están descontentos con los servicios que obtienen a cambio de sus contribuciones.
Para reforzar el contrato social se debe mejorar la calidad de los servicios públicos, lo que propiciaría que los usuarios eleven su apoyo a estos servicios. Se debe promover una reforma fiscal que incremente los ingresos del Estado, y que a la vez preste mayor atención a los efectos distributivos. Si los estratos medios de AL cuentan con un empleo estable y con ingresos robustos, pueden constituir una sólida base de progreso económico en la región.
*Coordinador de Análisis e Investigación. Centro IDEARSE para la Responsabilidad y Sustentabilidad de la Empresa. Universidad Anáhuac México Norte.
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