La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que recaba el INEGI, muestra que en el primer trimestre del año, 28.5% de la población ocupada laboraba en el sector informal.
Según estimaciones del Centro de Investigación en Economía y Negocios del ITESM, esto se traduciría en 12.7 millones de personas. Durante la crisis de 2009, la ocupación informal fue de 12.85 millones de personas.
En su comparación trimestral, la tasa de ocupación en el sector informal aumentó 1.33 puntos porcentuales con relación a la del trimestre octubre-diciembre de 2010.
José Luis de la Cruz, director del CIEN, comentó que la estimación de 12.7 millones es conservadora, “pues aún no se difunden los datos corregidos por el efecto poblacional del Censo 2010, que reportó 6 millones de mexicanos más de lo previsto”.
En el primer trimestre de 2011 la tasa de desocupación fue de 5.2%; porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA), tasa inferior a la de 5.3% en igual trimestre de 2010.
De acuerdo a cifras desestacionalizadas, la tasa de desocupación a nivel nacional bajo 0.30 puntos porcentuales con relación al trimestre inmediato anterior, al pasar de 5.19% a 5.49% de la PEA. La desocupación en los hombres descendió 0.32 puntos porcentuales y en las mujeres -0.28%.
Las entidades que durante el primer trimestre de 2011 registraron las tasas de desocupación más altas fueron Chihuahua con 7.6%, Tlaxcala 7.2%, Durango y Zacatecas 7.0% cada una, Sonora 6.9%, Tamaulipas 6.7%, Tabasco 6.6%, Distrito Federal, Guanajuato y Nuevo León con 6.4% de la PEA, en cada una.
En contraste, las tasas más bajas en el indicador se reportaron en Chiapas con 2.0%, Guerrero 2.1%, Campeche 2.4%, Yucatán 2.9%, Michoacán 3.1% y Oaxaca 3.4%.
De la Cruz, indicó que el elevado nivel de desempleo y las malas condiciones de empleos con bajos ingresos y sin prestaciones, reflejan la falla estructural del mercado laboral. El académico, estimó que será un tema de preocupación durante todo el año.
Gabriel Pérez del Peral, director de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana, expuso que el avance de la informalidad ocurre porque la economía mexicana, al igual que la de Estados Unidos, se encuentra en un proceso de desaceleración. Este contexto se suma, agregó, a la escasa productividad y a la precariedad de los empleos creados.
Explicó que mucha gente obtiene en la informalidad más ingresos que en el sector formal, pero sin prestaciones.
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